¿Puede un modelo de redistribución progresiva del ingreso llevar a una redistribución regresiva de la riqueza? La respuesta en el caso argentino es compleja, dice el autor. Estudia el otorgamiento de créditos, asegura que la clase media es la más afectada por esta aparente paradoja y concluye que todo parecería sugerir que los ahorros de los hogares argentinos durante esta bonanza de crecimiento terminarán acumulándose en menos manos.
Puede un modelo de redistribución progresiva del ingreso llevar a una redistribución regresiva de la riqueza? Pensemos un ejemplo simple.
Imaginemos un mundo compuesto por empleadores que viven de las utilidades empresarias, y trabajadores que viven de un sueldo.
Imaginemos también que el gobierno favorece un modelo de crecimiento basado en la demanda interna mediante un incremento del gasto social, subsidios a los servicios, financiamiento barato al consumo, y otras transferencias de ingreso a hogares de ingresos medios y bajos, que generan un boom de consumo privado, a expensas de un recalentamiento inflacionario de la economía.
Imaginemos, por último, que la falta de instrumentos que protejan de la inflación y una oferta bancaria orientada al financiamiento del consumo a expensas del crédito hipotecario (lo que implica que para comprar una casa hace falta un esfuerzo de ahorro proporcionalmente mayor que para comprar una heladera) llevan a que los trabajadores “inviertan” en autos, LCD, etcétera, todos bienes que se deprecian rápidamente con el tiempo.
Como consecuencia de esto, uno esperaría que los mayores ingresos del empleado acabaran en parte alimentando la riqueza relativa de su empleador (el productor de autos, LCD). En otras palabras, en ausencia de instrumentos de ahorro genuino, la redistribución progresiva de los ingresos podría abonar una redistribución regresiva de la riqueza.
Commentary
Op-ed¿En qué ahorra hoy la familia argentina?
February 27, 2011