En la nueva Cuba existe un sector privado dinámico e independiente, además de una clase media con un alcance mayoritario, que está emergiendo rápidamente dentro del estado socialista. El antiguo discurso, es decir, que Fidel y Raúl Castro debían desaparecer de la escena antes de que se suscitara un cambio real, ha quedado desacreditado a la luz de las tendencias actuales.
Más y más cubanos están abriendo paladares y cafeterías, posadas familiares, y pequeñas tiendas y mercado, y ofreciendo servicios en áreas como la construcción y la tecnología. Pero el reto de acceder al capital, aunado a la pesada carga impositiva, a menudo impide el crecimiento de las incipientes empresas.
En ¿Aterrizaje Suave en Cuba? El Surgimiento de los Empresarios y de las Clases Medias, Richard Feinberg describe: