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MetroMonitor: Evaluación de la recesión y la recuperación económica en las cien mayores áreas metropolitanas de Estados Unidos

Tras el constante ir y venir de cifras en los titulares provenientes de Washington sobre el empleo en Estados Unidos, el paro nacional, el PNB y los precios de las viviendas se esconde un conjunto complejo y diverso formado por 366 economías metropolitanas. Aunque ninguna área metropolitana ha sido inmune a la actual recesión económica, no todas la han sufrido de la misma forma. Algunas sólo han experimentado unas consecuencias modestas, y unas pocas muestran los primeros signos de recuperación, mientras que otras están viviendo una reestructuración desgarradora que podría alterar su trayectoria económica de un modo fundamental.

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El MetroMonitor, un barómetro interactivo que calcula la salud de las economías metropolitanas de Estados Unidos, mira más allá de las estadísticas económicas nacionales para explicar el diverso panorama metropolitano en relación con la recesión y la recuperación en todo el país. Su objetivo es comprender mejor los apuntalamientos de las tendencias económicas nacionales y promover respuestas a la crisis emprendidas por los sectores público y privado que tengan en cuenta los puntos de partida únicos, las debilidades y los puntos fuertes (los potenciales “tallos verdes”) de cada área metropolitana, para conseguir una eventual recuperación.

Esta edición del Monitor examina los indicadores del primer trimestre del 2009 (terminando en marzo) en las áreas de empleo, desempleo, salarios, producción, precio de la vivienda e índices de ejecución hipotecaria en las cien mayores áreas metropolitanas de la nación. Concluye que:

  • La recesión tiene un impacto muy distinto en las distintas áreas metropolitanas, incluso dentro de la misma región general del país. En marzo del 2009 las tasas de desempleo iban desde el 5,1% en Provo al 17,5% en Modesto. Desde principios del 2008 hasta el inicio del 2009, el precio de la vivienda disminuyó en un 30,6% en Stockton pero aumentó en un 4,7% en Houston.
  • Unas pocas áreas metropolitanas empiezan a mostrar signos de recuperación económica, aunque ninguna de ellas se ha recuperado por completo. McAllen es la única área metropolitana que experimentó un crecimiento tanto del empleo como de la producción en el primer trimestre del 2009. El empleo también creció en New Haven y Baton Rouge, mientras que la producción se incrementó también en Seattle, Austin, Virginia Beach, Washington, Richmond, San Jose, y Riverside. No obstante, ninguna de estas áreas metropolitanas ha vuelto a los niveles de empleo y producción que tenían antes de la recesión.
  • Existen dos “Cinturones Industriales” diferentes. Los daños económicos son generalizados en las áreas metropolitanas de la región central de Estados Unidos que dependen en gran medida de la industria automovilística y en su cadena de suministro. La mayoría de las áreas metropolitanas de Michigan y Ohio han experimentado una disminución del empleo y la producción superior a la media nacional. En muchas de ellas, entre ellas Dayton, Detroit y Youngstown, el paro empezó a crecer dos o tres años antes que en la economía estadounidense en general. Al mismo tiempo, las pérdidas de empleo han sido más modestas y el precio de la vivienda ha aumentado ligeramente en muchas áreas metropolitanas del noreste con sectores industriales menos orientados al sector automovilístico (por ejemplo, la industria aeroespacial en Hartford, fotónica en Rochester, plástica en Scranton).
  • También existen dos “Cinturones del Sol” diferentes. Grandes franjas del sur y del oeste, en especial las áreas metropolitanas de Florida, Arizona, Nevada, y del interior de California, han sufrido importantes disminuciones del empleo, la producción y los precios de las viviendas en el último año debido a la caída general del sector de la vivienda. Los salarios en esas áreas metropolitanas han crecido con rapidez, probablemente debido a una ralentización de la inmigración de personas menos formadas hacia esas zonas, y a una desaparición desproporcionada de aquellos empleos peor pagados. No obstante, en algunas zonas del sudoeste y del sudeste (incluyendo las áreas metropolitanas de Nuevo México, Texas, Oklahoma, Arkansas, y Louisiana) están en una situación relativamente buena, con menos pérdidas de empleo, aumentos salariales relativamente altos e incrementos modestos del precio de la vivienda. La especialización en la energía y el gobierno, la gran cantidad de recursos federales destinados a la recuperación de las regiones afectadas por los huracanes en la costa del Golfo de México, y un menor aumento en el precio de las viviendas durante los primeros años y mediados de la década del 2000 podrían explicar en parte su mejor desempeño económico.
  • Una concentración del empleo en la educación, la medicina y el gobierno parece haber protegido a algunas áreas metropolitanas de grandes pérdidas de empleo. En comparación con una disminución del empleo nacional del 3,7% desde el cuarto trimestre del 2007 al primer trimestre del 2009, las áreas metropolitanas especializadas en la educación y la salud sólo experimentaron una caída del empleo del 2%, y aquellas especializadas en empleos gubernamentales/militares vieron unas pérdidas de empleo del 1,3% en promedio. La especialización en estas actividades económicas menos volátiles podría ayudar a explicar el desempeño relativamente estable en centros educativos como Boston, New Haven y Provo; centros de medicina como McAllen, New Haven y Springfield; y centros gubernamentales/militares como Honolulu, El Paso y Washington, D.C.
  • Las áreas metropolitanas especializadas en el turismo sufrieron una reducción del empleo relativamente importante. Las áreas metropolitanas con concentraciones laborales en los sectores del arte, el entretenimiento y el ocio, como Orlando, Las Vegas y Bradenton, experimentaron una disminución media del empleo de un 4%, lo cual no sólo refleja la susceptibilidad del turismo frente a la recesión, sino también que en muchas de esas zonas, el precio de las viviendas había subido demasiado, y que una gran proporción de sus puestos de trabajo antes de la recesión formaba parte del sector inmobiliario y de industrias relacionadas, como la construcción.
  • Algunos centros bancarios han sufrido un gran impacto, pero las áreas metropolitanas especializadas en los seguros han sufrido menos. Las áreas metropolitanas de Nueva York y Charlotte, los dos centros bancarios más importantes del país, han sufrido durante la recesión de formas diferentes. Charlotte ha sufrido grandes pérdidas de empleo recientes y su tasa de desempleo creció de forma drástica desde principios del 2008, mientras que Nueva York ha perdido menos puestos de trabajo que la media nacional pero ha experimentado una reducción más pronunciada de la producción y del precio de la vivienda. Mientras tanto, las áreas metropolitanas especializadas en la industria de los seguros, menos afectada por la recesión, como Des Moines, Hartford, y Omaha, han experimentado pérdidas de empleo modestas y han tenido un desempeño relativamente bueno en la mayoría de indicadores económicos.
  • 38 de las cien principales áreas metropolitanas evitaron una disminución del precio de las viviendas el año pasado, a pesar de que los precios a nivel nacional cayeron un 6%. La mayoría de estas áreas metropolitanas también experimentaron una disminución de los puestos de trabajo inferior a la media, y se encuentran en áreas menos afectadas del “Cinturón Industrial” (Pennsylvania y el norte de Nueva York) y del Cinturón del Sol (Texas, Oklahoma, Arkansas, Louisiana). También cuentan con una proporción inferior a la media de propiedades pertenecientes a los bancos debido a la crisis hipotecaria.

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Esta perspectiva metropolitana subraya el importante papel que tiene la estructura económica local y la dinámica de la vivienda para el desempeño de cada zona durante la recesión. Sugiere que también la recuperación podría ser bastante desigual, lo cual supone un reto específico para los políticos que deseen garantizar una mejoría económica general a nivel nacional.