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¿Cuántos inmigrantes indocumentados hay en Estados Unidos? ¿Quiénes son?

Immigrants are sworn in as new U.S. citizens at a naturalization ceremony in Los Angeles, California, U.S., August 22, 2019. REUTERS/Lucy Nicholson - RC1AFC189020

Datos
básicos

Determinar la magnitud de la población indocumentada resulta difícil. Las estimaciones varían según la metodología que se utilice. Si bien los grupos antiinmigrantes sostienen que ha habido un aumento en el flujo de indocumentados, los cálculos indican que en un periodo más extenso se ha registrado una disminución. Un hecho que suele pasarse por alto es que muchos inmigrantes ilegales pagan impuestos sobre las ventas y a la nómina salarial.

  • Las estimaciones indican que en Estados Unidos viven entre 10.500.000 y 12.000.000 de inmigrantes indocumentados, lo que representa aproximadamente entre un 3,2 y un 3,6 por ciento de la población.

  • Se ha registrado por primera vez una reducción en la cantidad de inmigrantes mexicanos: en la actualidad representan menos de la mitad de la población indocumentada.

  • Cuando se evalúan los costos de los inmigrantes ilegales debe tenerse en cuenta las prestaciones que utilizan y los impuestos que pagan.

 

Análisis detallado

Desde 2016 la inmigración indocumentada ha sido uno de
los temas centrales del proceso electoral estadounidense y ha suscitado
respuestas apasionadas de todos los sectores del espectro político. A
continuación presentamos algunos de los hechos que deben conocer los votantes para
dilucidar la retórica de esta cuestión.

Mecanismos para la determinación de la cantidad de personas que se encuentran en EE.UU. ilegalmente

Resulta difícil determinar el número de personas que
están en el país en forma ilegal dado que, obviamente, no siempre desean
revelar su condición jurídica a los encuestadores. El primer paso del estimador
es recurrir a los datos de la Encuesta de Comunidades de Estados Unidos (ACS,
por su sigla en inglés) que incluye más de dos millones de hogares por año. Si
bien en la ACS se le pregunta a los encuestados su lugar de nacimiento y si son
ciudadanos estadounidenses, no se les pide que indiquen si se encuentran en el
país ilegalmente. De este modo se obtiene la cantidad total de personas
“nacidas en el extranjero”.

El segundo paso es restar de ese total el número de
residentes nacidos en el extranjero que se sabe con certeza que se encuentran
legalmente en el país. Esta categoría incluye a los ciudadanos naturalizados, a
los residentes permanentes (titulares de “tarjetas verdes”) y a quienes han
sido admitidos como refugiados. El Departamento de Seguridad Nacional (DSN)
lleva registros detallados de los dos primeros grupos; el Departamento de Salud
y Acción Social hace lo propio con el tercer grupo. Al restar el número de
personas que se sabe a ciencia cierta
que se encuentran legalmente en Estados Unidos del total de nacidos en el
extranjero indicado en la ACS se logra estimar la cantidad de residentes
indocumentados.

Naturalmente no todos los indocumentados responden
encuestas, y con razón: no desean ser descubiertos. En consecuencia, la mayor
parte de los cálculos parten del supuesto de que existe un “recuento
incompleto”. El
Pew Research Center se basa
, en parte, en datos de encuestas y
censos de México. Estima que dicho recuento incompleto es de entre un 5 y un 15
por ciento, lo cual se agrega a la cifra de inmigrantes indocumentados. El DSN
opina que el recuento incompleto es del 10 por ciento, por lo que ajusta sus
estimaciones en consecuencia.

La magnitud del recuento incompleto es una cuestión
polémica. Quienes se oponen a la inmigración ilegal, como la Federación para la
Reforma Inmigratoria en Estados Unidos (FAIR,
por su sigla en inglés), alegan que el recuento incompleto es efectivamente
mucho mayor. Sus estimaciones surgen de un análisis de otros datos, como el
porcentaje de migrantes que no se presentó a sus audiencias de inmigración y de
aquellos que permanecieron en el país tras el vencimiento de sus visas.

¿Cuáles son las cifras?

Las cifras correspondientes a los indocumentados
varían según la metodología que se utilice para calcularlas. Existe también un
rezago en las estimaciones debido a que pasa algún tiempo hasta que los datos
se encuentran disponibles. La última estimación de la Oficina de Estadísticas
de Inmigración del DSN se dio a conocer en 2018. Al 1 de enero de 2015 había
11.960.000 inmigrantes indocumentados en Estados Unidos. Las estimaciones más
recientes del Pew Research Center datan de 2017 e indican que el total de
inmigrantes no autorizados ascendía a 10.500.000 personas. En términos
generales estas cifras representan una minoría de la población nacida en el
extranjero, que en 2017 era de 44.500.000:
un 45 por ciento eran ciudadanos
naturalizados
y un 27 por ciento residentes permanentes legales. 

Aunque los grupos antiinmigrantes alegan que se ha producido
un aumento en el flujo de indocumentados, las estimaciones indican que si se
toma un periodo más extenso se percibe una disminución: de 12.200.000 en 2005 a
10.500.000 en 2017, según
cálculos del Pew Research Center.
Si bien el DSN solo presenta
cifras hasta 2015, estima
que entre 2010 y 2015 la población de indocumentados aumentó en 70.000 personas
por año, en comparación con el aumento anual de 470.000 personas registrado
entre 2000 y 2007.

¿Quiénes son los indocumentados?

Por primera vez desde 1990 los inmigrantes mexicanos
representan menos
de la mitad de los indocumentados
. Según
el Pew Research Center, en 2017 aproximadamente 4.950.000
de los 10.500.000 indocumentados eran mexicanos, 1.900.000 centroamericanos y 1.450.000
asiáticos. Cerca de dos tercios de los indocumentados habían
residido en Estados Unidos por un periodo de 10 años o más. En 2017 solamente un 20
por ciento de los inmigrantes adultos indocumentados había vivido en
Estados Unidos durante 5 años o menos.

Como elemento de contraste a la retórica del
presidente Trump en cuanto a la construcción de un muro en la frontera con
México, desde 2010 el método de migración ilegal ha pasado de los cruces
transfronterizos a la permanencia en el país tras el vencimiento de los
visados: desde dicho año este último método de ingreso al país representa una
porción mayor que el del cruce de la frontera internacional. En 2016 el Center
for Migration Studies estimó
que el 62 por ciento de los indocumentados se encontraba en Estados Unidos
debido a que había excedido el plazo de sus visas, frente a un 38 por ciento
que había cruzado la frontera en forma ilegal.

Otro elemento polémico es cuánto le cuesta al sistema
la inmigración ilegal. Un hecho que suele pasarse por alto es que los
inmigrantes indocumentados pagan impuestos. Los grupos de presión que se oponen
a la inmigración tienden a hacer caso omiso de las sumas que los inmigrantes suelen
contribuir en concepto de impuestos a las ventas y a la nómina
salarial
, aunque sí toman en cuenta los fondos que se dedican a la
educación de los hijos estadounidenses de los inmigrantes. Si bien las cifras
varían enormemente según la fuente consultada, los inmigrantes indocumentados no
reúnen las condiciones
para ser beneficiarios de la mayor parte de
los programas federales de prestaciones, tales como el Programa de Asistencia
Nutricional Suplementaria. Al evaluar los costos de la inmigración ilegal el
votante debe cerciorarse de que el argumento que se le presenta tiene en cuenta
tanto las prestaciones utilizadas como los impuestos pagados.

Situación de los “soñadores”

El presidente Obama implementó el programa denominado
Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés)
a fin de permitir que un
gran número de indocumentados que ingresó a Estados Unidos antes de cumplir los
16 años
pudiera trabajar en el país y aplazar toda medida relativa a
sus causas inmigratorias durante un periodo renovable de dos años. Desde su
puesta en práctica el DACA se ha aplicado a aproximadamente 800.000
inmigrantes
; en la actualidad el programa cuenta con 690.000 beneficiarios.
Según el Pew Research Center, el desfase se debe a que aproximadamente 70.000
personas no lograron la renovación de sus permisos u optaron por no hacerlo, en
tanto que 40.000 lograron obtener la residencia permanente. Dado que el
Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, por su sigla en inglés) ya no
acepta nuevas solicitudes de incorporación al programa, es improbable que se
produzca un aumento en la cantidad de “soñadores”.

Posturas de los candidatos

En el marco de la campaña para las elecciones de 2020
el presidente Trump continúa ejerciendo presión para la construcción de un muro
en la frontera sur y para una intensificación de la aplicación de la ley en las
zonas fronterizas y en el interior del país. Todos los candidatos del Partido
Demócrata apoyan mecanismos para que los indocumentados obtengan la ciudadanía,
lo cual exigiría que el Congreso promulgue legislación al efecto. Existen
propuestas de más corto plazo que un nuevo presidente podría sancionar de
oficio, como el programa formulado por Elizabeth Warren para restablecer el
DACA y ampliar
la acción diferida
a fin de incluir otras categorías de inmigrantes
además de los soñadores. Kamala Harris ha indicado que restablecería el DACA y
que implementaría el DAPA, la normativa aplazada indefinidamente dirigida a
proteger a los padres de los soñadores. Pete Buttigieg señaló que restauraría
las prioridades
de aplicación de la ley
fijadas por el gobierno del presidente Obama.
Varios candidatos demócratas han expresado
que apoyan la derogación
de la ley que tipifica como delito
los cruces transfronterizos no autorizados.

Como hemos observado durante el gobierno de Trump,
aunque no exista legislación en la materia el presidente puede hacer mucho para
incidir en la situación de quienes procuran emigrar a Estados Unidos.

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