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Preparativos para el 2010: ¿Está el Departamento del Censo listo para el trabajo que se avecina?

Andrew Reamer
Andrew Reamer Former Brookings Expert

January 1, 1970

Presidente Carper, Senador Coburn, Miembros del Subcomité, me complace comparecer ante ustedes y agradezco enormemente su invitación. Mi presentación de hoy consta de dos partes fundamentales. En primer lugar, describiré la extraordinaria importancia del censo decenal para la nación (para nuestra democracia representativa, para las políticas públicas a cualquier nivel de gobierno, y para nuestra economía). En segundo lugar, repasaré los aspectos clave que indican el nivel de preparación del Departamento del Censo para realizar su recuento decenal, es decir, su capacidad de asegurarse de que el censo sea completo y fiel, y de que pueda cumplir con sus funciones públicas esenciales.

La importancia fundamental del censo para el gobierno y la economía de Estados Unidos

La estructura de nuestra democracia representativa se asienta sobre los cimientos que proporciona el censo decenal.

Los titulares de los cargos de cada rama del gobierno federal son escogidos, directa o indirectamente, en base al censo. El Artículo 1, Sección 2 de la Constitución exige que el número de escaños de la Cámara de Representantes sea determinado en función del recuento de la población de la nación, realizado una vez cada diez años. Por extensión, la elección del Presidente también depende del censo, ya que el número de votos asignado a cada estado en los Colegios Electorales es igual a la suma de sus Representantes y Senadores. Como el Presidente escoge a los miembros del poder judicial federal, el censo influye también en la tercera rama del gobierno y, como ya sabemos, dicha influencia puede extenderse durante bastante tiempo.

Después de la realización de un censo, las asambleas legislativas estatales se basan en los datos de población del censo para revisar las lindes de los distritos electorales y estatales. Los gobiernos locales utilizan estos datos para determinar el tamaño y la composición de ayuntamientos y condados, distritos escolares, y circunscripciones. Con el fin de posibilitar que los gobiernos estatales y locales creen distritos legislativos que obedezcan a los principios de equidad (“una persona, un voto”) y de equilibrio racial y étnico (Ley del Derecho al Voto, Secciones 2 y 5), el Departamento del Censo proporciona una tabla especial con los datos del censo organizados por distritos electorales en función de lo especificado por cada estado.

Evidentemente, la recopilación y la utilización de los datos del censo tienen una influencia fundamental en los resultados políticos. Aunque esta relación no crea polémica y sus resultados no suelen refutarse, algunos incidentes recientes demuestran el poder del censo y prueban que pequeñas diferencias pueden tener consecuencias importantes.

• Después del Censo del 2000, el estado de Utah no obtuvo su cuarto escaño en el Congreso y su sexto voto electoral por 856 residentes; el 435º escaño y el 538º voto electoral fueron asignados en su lugar a Carolina del Norte.(1) Lo que ocurrió en Utah ha enseñado mucho a los estados con respecto al Censo del 2010. Al darse cuenta de que la asignación del número de escaños es un juego de suma cero, un mayor número de estados se esforzarán al máximo por realizar un recuento fiel.
• El resultado de las elecciones presidenciales del año 2000 se basó en la fidelidad del censo de 1990. Las elecciones estuvieron tan reñidas que un censo más o menos preciso podría haber producido una asignación distinta del número de escaños en el Congreso y por lo tanto también un resultado final diferente.
• En el 2003, la revisión de los Distritos Electorales por parte de la asamblea legislativa del estado de Texas provocó un escándalo bastante importante, cuando algunos legisladores de la minoría se marcharon del estado con la esperanza de impedir la aprobación de las nuevas fronteras electorales.

La idea de los fundadores de la nación americana de utilizar el recuento de población como base de nuestra democracia representativa, en lugar de la fuerza física o el derecho divino, fue, en su momento, una innovación importante. Como demuestra la historia, el censo decenal ha sido fundamental para el éxito del experimento democrático americano. En consecuencia, la realización del censo, consagrada en la Constitución, representa de algún modo un deber sagrado. Así pues, no podemos dejar de valorar el censo (su globalidad y fidelidad); hacerlo es dar un paso hacia la depreciación de nuestra democracia.

El censo decenal es esencial no sólo para determinar la distribución de poderes dentro del gobierno, sino también el cumplimiento eficaz de los deberes del gobierno. La influencia del censo decenal en las políticas públicas es omnipresente y profunda.

Cuando me refiero a la importancia de los datos del censo en el funcionamiento del gobierno, incluyo por extensión los datos de otros dos programas del Departamento del Censo autorizados por el Congreso. El primero es el programa de cálculo de población, que proporciona cálculos anuales aproximados de la población (dividida por edad, sexo, raza y origen hispano) en estados y zonas locales en base a las cifras decenales, los registros administrativos, y otras encuestas.(2) El segundo es la nueva Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense (ACS), que sustituirá al extenso formulario decenal y nos proporcionará una imagen anual detallada de las características de la población (por ejemplo en lo referente a nivel educativo, ocupación, ingresos y pobreza, condiciones de la vivienda, y trayecto hasta el trabajo) a nivel de barrio.(3) La ACS aumenta de un modo significativo la eficacia del censo decenal, ya que actualiza los datos de estados y localidades todos los años en lugar de hacerlo una vez cada década.

Cada una de las preguntas del censo decenal y de la ACS está pensada para cumplir una serie de propósitos federales.(4) El gobierno federal confía en los datos del censo de tres formas distintas. En primer lugar, a través de su utilización dentro de los criterios de idoneidad y las fórmulas de asignación establecidas en las leyes, las normativas y las directivas, los datos del censo orientan la distribución de cientos de billones de ayudas económicas federales para gobiernos estatales y locales, organizaciones sin ánimo de lucro, empresas e individuos. Calculo que, durante el ejercicio fiscal 2004, la distribución de al menos 300 billones de dólares de fondos federales procedentes de 81 programas de subvenciones (el 65% de los 460 billones de dólares que conformaron el total de las subvenciones) se basaron en cifras derivadas del censo decenal.(5) Los programas de mayor envergadura (que suponen un total de 264 billones de dólares) incluyen Medicaid, la Ayuda Federal a las Autopistas, los Cupones para Elección de Vivienda de la Sección 8, las Subvenciones Educativas Título 1, Head Start, el Programa Estatal de Asistencia Sanitaria para Niños, Subvenciones Federales de Tráfico, y la Subvención para el Desarrollo Comunitario.(6) Una distribución justa y adecuada de los fondos federales, y la devolución de los valiosos impuestos a estados y comunidades, dependen de la fidelidad del censo.

En segundo lugar, los datos del censo proporcionan puntos de referencia esenciales para la aplicación de los derechos civiles, las leyes antidiscriminación y las decisiones judiciales. Los datos del censo de zonas pequeñas referentes a la distribución profesional por género, raza y etnicidad son utilizados por organismos legales y normativos para aplicar leyes contra la discriminación en el lugar de trabajo.(7) Los datos de los cálculos de población y la ACS sobre la raza, la etnicidad hispana, y el idioma hablado en los hogares se utilizan para hacer cumplir la Ley del Derecho al Voto. Los datos de la ACS relacionados con la vivienda se emplean en la regulación de las prácticas crediticias y de los trámites de seguros del hogar en base a la Ley de Vivienda Justa.

En tercer lugar, los datos del censo son importantes para configurar el diseño, la puesta en práctica y la evaluación de varias medidas federales además de las ayudas económicas y la regulación. Por ejemplo, los datos son utilizados en relación con programas y políticas de educación para adultos, desarrollo de la pequeña empresa, sanidad para veteranos y personas mayoras, viviendas asequibles, residencias en condiciones de hacinamiento, planificación de transportes, mujeres trabajadoras, agricultores, inmigrantes, estudiantes discapacitados, y contaminación de las aguas subterráneas. Con la publicación de los datos de la ACS del 2008, también podrán beneficiarse aquellos programas que fomentan una mayor cobertura de los seguros médicos y que desean influir en situaciones relacionadas con matrimonios y divorcios (por ejemplo, el programa de Asistencia Temporal a Familias Necesitadas o TANF).

En concreto, los datos del censo se utilizan para elaborar cálculos y pronósticos para múltiples programas federales. Algunos ejemplos de estos cálculos incluyen las mediciones de los ingresos personales a nivel metropolitano y de condado (Departamento de Análisis Económico), las tasas de alfabetismo entre adultos (Departamento de Educación), los patrones de viaje locales (Administración Federal de Autopistas), el número de niños en hogares monoparentales (Departamento de Salud y Servicios Humanos), y el consumo energético residencial y de los vehículos a motor (Departamento de Energía). Algunos ejemplos entre las previsiones incluyen el número de personas que cumplirán los requisitos necesarios para beneficiarse de la Seguridad Social y de Medicare, la cantidad de niños que necesitarán un hogar adoptivo en base a la Ley de Bienestar del Niño, y las futuras recaudaciones fiscales (Departamento del Tesoro). Además, los datos del censo son utilizados por la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB) para trazar las fronteras de las zonas metropolitanas de la nación.

El censo también proporciona las bases para que los Miembros del Congreso tengan información detallada y actualizada sobre electorado a través de la ACS.(8)

Los gobiernos estatales y locales confían en gran medida en los datos del censo para tomar decisiones reales y adaptadas a las inversiones en todas las esferas del gobierno. Por ejemplo, esos gobiernos utilizan los datos del censo para evaluar las necesidades de edificios escolares, viviendas asequibles, formación para trabajadores, y acceso a la asistencia sanitaria. Además:

• Los estados y los gobiernos locales confían en los datos del censo para determinar cuál es la forma óptima de hacer uso de los recursos de la justicia penal.(9) Por ejemplo, al relacionar el perfil demográfico de los consumidores de metanfetamina con los datos por lugar del censo de formato extenso, la Policía del Estado de Illinois fue capaz de identificar y centrarse en posibles ubicaciones de laboratorios de metanfetamina (“puntos conflictivos”) en todo el estado.
• Estos gobiernos también dependen de los datos del censo para prever y responder a desastres naturales y provocados por el hombre.(10) Se utiliza la ACS para identificar grandes sectores de población con necesidades que deben ser atendidas en los planes de evacuación, por ejemplo aquellos que no tienen coche (el 9% de las viviendas americanas), aquellos con discapacidades físicas o mentales (el 13% de los residentes) o que no comprenden el idioma (8%), los ancianos (el 40% de los cuales sufren minusvalías), y aquellos que viven en residencias compartidas como hogares de ancianos y asilos. La reciente experiencia de nuestra nación en relación con el 11 de septiembre y el Huracán Katrina demuestran claramente la importancia de una planificación de emergencia adecuada.
• Los planificadores de transportes estatales y locales se basan en el Paquete del Censo para la Planificación del Transporte (CTPP) encargado por la Administración Federal de Autopistas. Los planificadores de transportes utilizan los datos del CTPP (por ejemplo, en relación con los viajes al lugar de trabajo y la propiedad de vehículos) para evaluar las condiciones existentes, desarrollar y actualizar los modelos de demanda de transportes, y analizar las tendencias demográficas y de desplazamiento.(11)

Los gobiernos de todos los niveles aportan 2,6 trillones de dólares a nuestra economía de 13,6 trillones de dólares. De una forma u otra, los datos del censo decenal sirven de orientación para la utilización de todos esos fondos.

Los datos del censo también tienen una omnipresente influencia en el funcionamiento de la economía del sector privado, que supone 11 trillones de dólares. Negocios de todo tipo (de venta al por menor, industrias, servicios) y de cualquier tamaño (desde Target y J.C. Penney hasta sociedades unipersonales) emplean los datos del censo (ya sea obteniéndolos directamente del Departamento del Censo o a través de proveedores comerciales de valor añadido) para identificar mercados, seleccionar emplazamientos de negocio, tomar decisiones de inversión en desarrollo de maquinaria, equipamiento y nuevos productos, determinar los bienes y servicios a ofrecer, y evaluar los mercados laborales. En una conferencia de Brookings celebrada el año pasado en el Congreso, un representante de la Federación Nacional de Minoristas explicó con detalle los usos fundamentales de los datos del censo en la toma de decisiones relacionadas con la venta al por menor.(12)

Organizaciones sin ánimo de lucro como hospitales y agencias de servicio comunitario se basan en los datos del censo para comprender y atender mejor las necesidades de sus distritos. Firmas y organizaciones sin fines lucrativos de la industria inmobiliaria y de la vivienda (entre ellos constructores, compañías inmobiliarias, bancos hipotecarios, firmas para la mejora del hogar y corporaciones de desarrollo comunitario) utilizan los datos del censo para determinar las necesidades y oportunidades y orientar sus inversiones y acciones.

Un campo en el que los sectores público y privado trabajan conjuntamente es el desarrollo económico y laboral de la región. Los datos del censo son esenciales para las campañas emprendidas por gobiernos estatales y locales, cámaras de comercio, y sociedades públicas-privadas con el fin de fomentar el atractivo empresarial, las expansiones y la aparición de nuevas empresas, que llevan a la creación de empleo y a una mayor base impositiva.(13) Las cifras de la ACS referentes a los ingresos medios por vivienda, la capacidad salarial, el nivel educativo, la distribución industrial y ocupacional, el trabajo por cuenta propia y los trayectos al trabajo ayudan a evaluar el rendimiento económico, la estructura industrial y los recursos laborales. Además, los datos de la ACS referentes a las características de la población activa proporcionan información importante para determinar si son necesarias campañas de desarrollo laboral por parte de centros de estudios técnicos, universidades, escuelas sin ánimo de lucro, y otras instituciones formativas. Así pues, los datos del censo son un factor clave para la competitividad económica entre regiones, unas mejores capacidades laborales, la creación de empleo y la expansión de la base impositiva.

Fundamentalmente, los datos del censo son esenciales para el funcionamiento eficaz de la totalidad de la economía americana de 13,6 trillones de dólares. Entre las diversas herramientas de políticas públicas de las que dispone el gobierno federal (como subvenciones, créditos fiscales y regulaciones), los programas estadísticos están entre las menos costosas y sacan un mayor provecho de la inversión de los contribuyentes. La inversión total anual de Estados Unidos en las principales agencias estadísticas nacionales es inferior a 3 billones de dólares (una cifra que varía a medida que se acerca el año de realización del censo). Además, ningún programa estadístico aporta un mayor rendimiento que el censo decenal. Si sólo estuviera hablando de rendimiento económico, mi afirmación podría ser discutible (e incluso en ese caso considero que es cierta). No obstante, como ya dije al principio, el censo proporciona las bases de funcionamiento de nuestra democracia, y eso no tiene precio.(14)

Aspectos fundamentales del nivel de preparación del Departamento del Censo para el 2010

Para que el censo pueda realizar su función en el mantenimiento de la calidad de nuestra democracia y la salud de nuestra economía, necesitamos un censo completo y fiel. Conseguir un censo así requiere a su vez que el Archivo Maestro de Direcciones (AMF), la lista de todos los hogares conocidos de la nación, sea completo y fiel; un mayor nivel de respuesta en los hogares al cuestionario del censo (por correo, preferiblemente, o si no por teléfono o en persona); y la obtención de respuestas completas y fieles en el cuestionario.

El Departamento del Censo se enfrenta a una serie de cuestiones clave respecto a su habilidad de satisfacer esos requisitos. La primera es una financiación adecuada y fiable. El censo decenal es la mayor operación emprendida por esta nación en tiempos de paz. Es importante para el Congreso apreciar cuán esencial es prepararse para el censo varios años antes del recuento en sí y comprender por qué el Departamento del Censo necesita un aumento importante de la financiación, especialmente a partir del año terminado en “7”. El ensayo general del 2008 es la única oportunidad del Departamento del Censo para integrar, desplegar y evaluar todas las operaciones y los sistemas planificados en un entorno similar al del censo. Tenemos una sola oportunidad para hacerlo bien en el 2010, y no queremos que ese año sea un banco de pruebas para el diseño integrado del censo.

La Administración ha estado solicitando una cantidad de fondos apropiada para los preparativos del censo. Aunque resulta tentador utilizar los fondos de este presupuesto que crece con tanta rapidez (y que tiene unas bases relativamente débiles) para cuestiones políticas más urgentes, como se hizo la semana pasada en el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, hacerlo conlleva grandes costes para la nación, en términos de fondos federales malgastados, resultados políticos injustos, políticas públicas menos eficaces, y una economía menos fuerte.

Dado que el Día del Censo se ha fijado para el 1 de abril del 2010 y que el calendario de preparativos es necesariamente estricto, también es muy importante que el Congreso asigne los fondos a tiempo. Sin embargo, en los últimos años el Congreso no ha sido capaz de aprobar un proyecto de ley presupuestario que contenga el presupuesto del Departamento del Censo antes de que empiece el nuevo ejercicio fiscal. Como consecuencia, el Departamento del Censo a menudo se ve obligado a funcionar en base a los fondos asignados en el ejercicio del año anterior. Como el Departamento del Censo requiere un aumento importante de la financiación anual a medida que se acerca el año del recuento, trabajar basándose en la cantidad de fondos asignada el año anterior se convierte en un problema. Retrasa fases críticas de la planificación y la implementación (incluyendo la contratación), y aumenta de esta forma el riesgo de que el censo sea menos completo y de que los costes generales se incrementen a medida que el Departamento del Censo intenta ponerse al día.

La segunda cuestión es una adecuada administración por parte del Departamento del Censo de la Actualización Local de las Direcciones del Censo (LUCA) para garantizar que tenemos un MAF completo y que puede enviarse una encuesta por correo a todos los hogares. El MAF se basa en gran parte en los listados de direcciones del Servicio Postal de Estados Unidos. Sin embargo, la experiencia demuestra que el MAF puede pasar por alto nuevas construcciones, conversiones de edificios de un uso no residencial a un uso residencial, garajes transformados para su uso residencial, y subdivisiones de apartamentos. La LUCA, realizada por primera vez para el Censo del 2000, permite que las localidades y los estados revisen el MAF y sugieran cambios e incorporaciones a los listados de direcciones. Las comunidades pueden utilizar listados de direcciones alternativos como las cuentas de empresas del servicio público, los registros de bienes inmuebles, los permisos de construcción y demolición, y los archivos de los servicios de emergencia, así como visitas de campo.

Así pues, la LUCA es un mecanismo que permite a los estados y municipios obtener la representación política y los fondos federales que les corresponden y hacerse una idea más clara de la estructura cada localidad para que gobiernos locales e inversores empresariales puedan tomar decisiones con un mayor conocimiento de causa. El valor en potencia de la LUCA se refleja en el hecho de que la ciudad de Nueva York pudo añadir casi 370.000 direcciones al MAF en el Censo del 2000.

No obstante, la experiencia referente a la LUCA en el Censo 2000 fue desigual; a muchas localidades, en especial las de tamaño reducido, les resultó difícil participar. El Departamento del Censo aprendió mucho de su primera experiencia con la LUCA, y el diseño del programa ha mejorado mucho esta vez.(15) En concreto, el Departamento del Censo ha ampliado las opciones de participación, capacitación para las localidades, aumento del tiempo de revisión y, algo muy importante, ha permitido que los gobiernos estatales ayuden a las localidades. Este último punto es especialmente valioso para las comunidades más pequeñas que no tienen los recursos internos para participar en la LUCA por su cuenta.

En marzo, Brookings patrocinó una reunión informativa para gobiernos estatales y locales sobre la preparación para el censo, y resulta comprensible el interés suscitado por un programa eficaz de la LUCA. Sin embargo, después de esa reunión vemos que el proceso de la LUCA para el Ensayo General del 2008 y el énfasis final que debe poner el Departamento del Censo para completar la LUCA para el 2010 pueden provocar algunos problemas de ejecución. En una sesión celebrada el 26 de junio del 2007 en el Subcomité de Política de Información, Censo y Archivos Nacionales de la Cámara de Representantes, funcionarios de los dos estados donde se realizará el Ensayo General del 2008, Carolina del Norte y California, identificaron varios problemas relacionados con la LUCA para el Ensayo General, por ejemplo mapas TIGER imprecisos, un alcance limitado del Departamento del Censo (para fomentar la participación de las localidades), y cuestiones referentes a la capacitación y la asistencia técnica. El Departamento del Censo debe tratar esos problemas para que no menoscaben la calidad de la próxima campaña completa de la LUCA.

En agosto, el Departamento del Censo tiene pensado enviar cartas a los dirigentes electos de más importancia y de cualquier nivel de miles de gobiernos estatales, locales y tribales de todo EE.UU., invitándoles a participar en la LUCA. Esta invitación se habrá retrasado varias semanas debido a la combinación de la falta de comunicación y de una planificación inadecuada. El Departamento del Censo se dio cuenta tarde de que necesitaba la revisión y aprobación de la campaña y los formularios de la LUCA por parte de la OMB. Consiguientemente, el 15 de junio del 2007 solicitó una aprobación temporal (para seis meses) de emergencia.(16) A continuación, el 22 de junio del 2007 hizo un llamamiento solicitando comentarios públicos acerca del nuevo proceso de la LUCA, con fecha límite el 6 de agosto del 2007.(17) Dado los ajustados plazos para la LUCA en vista del Día del Censo fijado, el Departamento del Censo espera enviar las cartas inmediatamente después del 6 de agosto, lo cual dejará poco tiempo para una respuesta significativa a los comentarios. Habría sido mucho mejor si el Departamento del Censo hubiera hecho su petición de comentarios hace seis meses. Esperemos que estos problemas de tiempo a última hora no sean muy importantes y no anuncien más problemas de gestión conforme vayamos avanzando. Animo al Subcomité a que pida al Departamento del Censo que explique las dificultades existentes en referencia a la necesidad de revisión por parte de la OMB y la solicitud de comentarios públicos.

La tercera cuestión importante en el grado de preparación del Departamento del Censo es disponer de un programa de alcance a la comunidad para fomentar que “el recuento se haga público”. Existen muchas partes interesadas que desean trabajar con el Departamento del Censo para garantizar un recuento fiel de una población cada vez más diversa que presenta múltiples retos para la realización del censo. Dichas partes interesadas incluyen gobiernos estatales, locales y tribales, organizaciones comunitarias, grupos comunitarios rurales, asociaciones de distrito dentro de las ciudades, pequeños negocios, medios de comunicación, y organizaciones religiosas. El Departamento del Censo debe aprovechar la presencia sólida de estas partes interesadas en sus comunidades locales, y seguir dialogando con ellas sobre las medidas más útiles y sobre cómo puede ayudarles el Departamento del Censo a llegar de un modo eficaz hasta poblaciones difíciles de contar.

Desde todos los puntos de vista, el Departamento del Censo gestionó un programa de asociación eficaz para el Censo del 2000, que implicó la participación de más de 140.000 socios.(18) La experiencia indica que si queremos que el programa de asociación del Censo del 2010 sea eficaz, deberá ponerse en marcha en el próximo ejercicio. Sin embargo, la Administración denegó la solicitud del Departamento del Censo para la financiación del programa durante el ejercicio 2008; aunque el Secretario Gutiérrez indicó que se pedirán los fondos para el ejercicio 2009, será demasiado tarde para construir los cimientos necesarios para que el programa tenga el alcance deseado. Como consecuencia, el Subcomité de Asignaciones de la Cámara añadió 13.000.000$ al presupuesto del Departamento del Censo en el ejercicio 2008 para la llegada a las comunidades. El Senado no ha realizado una asignación comparable. Solicito a los Miembros de este Subcomité que animen a los colegas que tengan dentro del comité de aprobación del proyecto de ley que apoyen la asignación de fondos para una tarea tan importante.

Por muy valiosos que sean la LUCA y el programa de asociación comunitaria, no son suficientes para garantizar que el Departamento del Censo realizará un recuento adecuado en todas las comunidades. En muchos hogares, en especial en edificios de varios apartamentos y en residencias convertidas y subdivididas, los cuestionarios enviados no llegan a su destino porque el número de viviendas es confuso o inexistente. Los trabajadores del censo que realizan el seguimiento de los hogares que no responden no pueden saber quién contestó y quién no contestó por correo. Como consecuencia, en las comunidades con un alto porcentaje de este tipo de viviendas se sufre el riesgo de que los recuentos arrojen una cifra inferior a la real.

Para tratar este problema, el Departamento del Censo tiene a su disposición un método llamado Actualización/Enumeración (U/E) que se utilizó de un modo eficaz en 35 estados en el Censo del 2000 (en reservas indias, colonias y complejos). En el proceso U/E, los trabajadores de campo del censo recorren aquellas zonas que teóricamente tienen un alto porcentaje de unidades problemáticas, con las direcciones en la mano, llamando puerta a puerta, actualizando direcciones y contando a los residentes.(19)

Aunque el Departamento del Censo afirma que el método U/E es completo y cómodo, en el presente no se tienen planes concretos para incorporarlo como parte del Censo del 2010. Sabemos que el Departamento del Censo está explorando posibles utilizaciones del método U/E, pero se está haciendo tarde. En vista del gran valor y éxito demostrados del método U/E, sugiero que este Subcomité anime al Departamento del Censo a poner en práctica su utilización y que le solicite sus planes para hacerlo. En la medida de lo posible, sería positivo que el Departamento del Censo utilizase el método U/E como parte integrante del Ensayo General del 2008.

Para estar listo para el Censo del 2010, el Departamento del Censo tendrá que:

• emplear, contratar y capacitar a medio millón de trabajadores temporales;
• administrar adecuadamente sus importantes contratos tecnológicos (incluyendo los de los ordenadores portátiles), para garantizar que todos los sistemas funcionen bien durante el censo; y
• desarrollar planes de refuerzo/emergencia por si alguna de las innovaciones tecnológicas no funcionase tal como está planeado.

Recientemente, la Oficina de Contabilidad del Gobierno (GAO) proporcionó una serie de informes y declaraciones sobre estos temas. Coincido con las conclusiones de la GAO, y animo a este Subcomité a utilizarlas como guía en la supervisión de los preparativos del Departamento del Censo en lo referente a contrataciones y tecnología.

Como bien comprenden, diseñar, planificar y llevar a cabo un censo decenal es una empresa enorme y compleja. Como consecuencia, el Departamento del Censo valora muchísimo a todo el personal que ha trabajado con anterioridad en este campo. Sin embargo, tal como ocurre en otras oficinas del gobierno federal, muchos trabajadores del Departamento del Censo con una experiencia decenal considerable se han retirado o pronto lo harán. Sugiero que el Subcomité pregunte al Departamento del Censo cuál es la cantidad de trabajadores con experiencia decenal con los que ya no cuenta o con los que no contará en un futuro, y qué planes tiene para preservar el saber institucional y minimizar cualquier laguna de conocimientos.

Tratar las múltiples cuestiones aquí explicadas es esencial para que el censo pueda satisfacer las exigencias que ponemos en él para preservar nuestra democracia y nuestra economía. Espero que mis comentarios les hayan parecido valiosos para determinar el grado de preparación del Departamento del Censo para el 2010. Les agradezco muchísimo la oportunidad de presentarme ante ustedes, y estaré encantado de responder cualquier pregunta que puedan tener.

NOTAS

1 Utah, creyendo que los misionarios mormones que estaban fuera del país temporalmente podían contarse como residentes, apeló al Tribunal Supremo, y perdió la apelación.
2 El programa de cálculo de población utiliza el método de los componentes de cambio. En el año terminado en “1” toma la cifra decenal, suma nacimientos, resta defunciones, y añade migraciones netas nacionales e internacionales; cada año sucesivo suma y resta los componentes de cambio al cálculo del año anterior.
3 La ACS, que analiza 3 millones de hogares anualmente, se considera parte del Censo “reformado” para el 2010. Su propósito no es calcular la cantidad de población, sino el porcentaje de distribución de la población en función de varias características; se basa en cálculos de población del censo decenal y en el programa de cálculo de población anual para evaluar el recuento de las personas por características.
4 Departamento del Censo de EE.UU., “Subjects Planned for the 2010 Census and the American Community Survey: Federal Legislative and Program Uses.” http://www.census.gov/Press-Release/www/2007/subjects_notebook.pdf .
5 Incluyen cifras del censo decenal, los cálculos de población anuales, la ACS, y datos de agencias diferentes al Departamento del Censo. Entre éstos últimos se incluyen la renta per cápita del Departamento de Análisis Económico y la renta media por hogar y el valor justo de mercado del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano. Mi cálculo de la cantidad total de subvenciones federales asignadas en base a los datos del censo es preliminar y refleja un trabajo inacabado.
6 Además, los datos del censo se utilizan para determinar si se cumplen los requisitos necesarios para beneficiarse del programa de hipotecas de la Autoridad Federal de la Vivienda.
7 Ver http://www.census.gov/Press-Release/www/releases/archives/census_2000/001633.html . La Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo, el Departamento de Justicia, el Programa de la Oficina de Cumplimiento de Contratos Federales del Departamento de Empleo y la Oficina de Administración de Personal utilizan estos datos para imponer leyes contra la discriminación en el lugar de trabajo.
8 El Departamento del Censo proporciona perfiles de datos por estados y Distritos Electorales en http://fastfacts.census.gov/home/cws/main.html .
9 Andrew Reamer, “To Take a Bite Out of Crime: Safeguard the Census,” The Brookings Institution, 26 de junio del 2006. https://www.brookings.edu/views/op-ed/reamer/20060626.htm
10 Andrew Reamer, “Anticipating the Unimaginable: The Crucial Role of the Census in Disaster Planning and Recovery,” The Brookings Institution, 10 de julio del 2006. https://www.brookings.edu/views/op-ed/reamer/20060710.htm
11 http://www.fhwa.dot.gov/ctpp/
12 Reuniones informativas de Brookings acerca del Censo, “Better Data for Better Decisions: The Value of the American Community Survey to the Nation,” 23 de junio del 2006. https://www.brookings.edu/metro/umi/events/20060623_acs.htm En el 2006, Brookings celebró tres reuniones informativas para trabajadores del Congreso en relación con el Censo del 2010 y la ACS.
13 Joseph Cortright y Andrew Reamer, “Socioeconomic Data for Understanding Your Regional Economy: A User’s Guide,” 1998, para la Administración de Desarrollo Económico de EE.UU. http://www.econdata.net/pdf/uguide.pdf
14 Si lo calculamos a diez años, el coste por cápita anual medio de la realización del Censo del 2010 y de la ACS será de unos 4,00$.
15 Para obtener una perspectiva general del Programa LUCA del Censo 2010, ver http://www.census.gov/geo/www/luca2010/luca.html .
16 http://www.census.gov/geo/www/luca2010/e7-11601.pdf
17 http://www.census.gov/geo/www/luca2010/e7-12160.pdf
18 http://www.census.gov/dmd/www/partner.html
19 Departamento del Censo de EE.UU., “Update/Enumerate: Final Report,” Evaluación Censo 2000 F.12, Diciembre del 2000. http://www.census.gov/pred/www/rpts/F.12.pdf

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